Filosofía


El pensamiento filosófico de Herbart surge en el siglo XIX. La filosofía de Herbart asume una posición realista, en contra del pensamiento del idealismo por parte de los alemanes (que en ese momento era el que predominaba). El asume una posición realista ya que pensaba que el peligro del idealismo se encontraba en el alejamiento de la experiencia el cual lo llevaba a una falta de rigor en el pensamiento ya que no se diferenciaba lo conocido con el dato sensible. Por lo tanto para Herbart el mundo y el pensamiento no forman una unidad y hay que considerarlos por separado. Es por ello que su realismo es más matizado que el de los autores antiguos. Herbart explica el realismo mediante “los reales” que es un mundo intermedio entre el pensamiento y lo que realmente es. Este mundo del que se refiere Herbart se fundamenta en la experiencia (que proviene de lo real) y también en el entendimiento que comprende el dato sensible. Por tanto, para Herbart el punto de partida de la filosofía es la experiencia y es imposible reducir la realidad de representación del yo.

Dos instancias importantes sostiene el sistema de Herbart: el realismo contra el idealismo y el análisis critico de la experiencia contra el empirismo. Es así pues que su filosofía comienza a partir de la experiencia, pero no puede detenerse en ella, en cuanto que es precisamente análisis crítico de la experiencia, elaboración de conceptos dados, ósea, alcanzado por la misma experiencia, para purificarla de sus contradicciones. La contradicción mas general que presenta la experiencia y que contradice el principio de identidad (fundamental en el sistema de Herbart) es que uno es igual a muchos, o sea se da experiencias de varias propiedades en una cosa. Para Herbart la experiencia nos muestra numerosas y graves contradicciones que la filosofía tiene como objetivo superarlas, para esto es necesario una innovación de carácter metafísico, por consiguiente esto es la introducción de un concepto adecuado a la complejidad de la realidad. Es decir, trata de admitir que el ser no es uno, sino múltiples, que la realidad esta constituida por una pluralidad de sustancias simples, que los llama seres reales, cualitativamente diferentes los unos de los otros y cada uno en si es inmutable. Las relaciones y las transformaciones que nos da la experiencia no son más que relaciones establecidas por nosotros, las cuales nos dan la impresión de que las cosas cambian, mientras que ellas siempre son iguales entre si. Nos parece distinta porque es puesta en relación con otras cosas. De este modo se establece el método de las relaciones que es el medio para eliminar las contradicciones de la experiencia y confirmar el principio de identidad. Para Herbart las relaciones dependen no de cada sustancia del ser real individual y simple, sino de la presencia de más sustancias. Es así que atribuye el nombre de espacio, pero no entendido como el espacio de la geometría, sino como “espacio inteligible”. Es así que llama puntos a los mismos seres reales, en el sentido que ellos constituyen los soportes de las relaciones existentes entre un ser real y los otros. En conclusión, al conjunto de seres reales, Herbart lo llama “espacio inteligible” y con el cual sustituye al espacio geométrico, el cual percibimos en la experiencia y que no es más que una fantasía de nuestros conocimientos, es por ello que se afirma que todos los seres reales están fuera del espacio y el tiempo.



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